Maratón Messier

El siguiente artículo toma como referencia las coordenadas de la costa norte de Manatí, Puerto Rico. Por lo tanto, estas observaciones no son absolutamente válidas para regiones en diferente latitud y longitud. Este trabajo ha sido publicado en varias ediciones de El Observador, boletín informativo de la Sociedad de Astronomía de Puerto Rico. La presente versión ha suprimido las referencias más específicas al lugar de observación que aparecieron en las ediciones impresas de los años 1999 y 2000. JL


El Maratón Messier requiere que el participante se prepare con antelación para que pueda navegar por el espacio con rapidez y pueda identificar los objetos del catálogo sin demora. Una buena práctica de varias sesiones de observación antes de la actividad es muy conveniente.

El día de la competencia, seleccione el área desde la cual efectuará sus observaciones. Verifique que ésta le ofrezca un horizonte sin obstáculos hacia el oeste y el sureste. Eso le brindará tiempo adicional para que pueda observar los objetos del atardecer (en el oeste) y del amanecer (en el sureste), que pronto caerán bajo el horizonte (los primeros) o serán afectados por la salida del Sol (los segundos).

Si es posible, practique la localización de los objetos más difíciles con anticipación. Entre estos se encuentran: M74 y M77, al atardecer, y  M30, M55, M75, M72 y M73, en la mañana. De igual manera, debe familiarizarse con los demás objetos que componen el catálogo, el cielo nocturno y el equipo de observación que vaya a emplear.

En circunstancias normales, esta actividad debe durar toda la noche. Asegúrese de contar con todo lo que le sea necesario para pasar largas horas observando. Incluya: protección para el frío (abrigos y hasta algún sombrero), repelente de insectos, comida, bebidas calientes (le ayudarán a conservar calor y a mantenerse despierto), sillas u otros artefactos que sean convenientes al momento de descansar. Si piensa tomar una siesta, no olvide traer un reloj con alarma.

Como en todas nuestras noches de observación, asegúrese de tener: una o dos linternas rojas con baterías, mapas del cielo (preferiblemente que muestren la delineación de las constelaciones), una lista de cotejo del catálogo de Messier y otras referencias que le sean útiles para identificar los objetos: por ejemplo, revistas o libros con fotografías o dibujos. Para los menos expertos, una planisferia es altamente recomendable —pues facilita la navegación—, al igual que otros mapas que ofrezcan áreas amplias del cielo. Por el contrario, sugerimos que cuente con un mapa detallado del área del cúmulo de galaxias de Virgo para que pueda identificar las que pertenezcan al catálogo.

Hay quienes recomiendan que aún aquellos que vayan a usar telescopios tengan, además, unos binoculares. Podrían serles útiles para localizar objetos en áreas con pocas estrellas. Es importante que sepa que no se permitirá el uso de equipos computadorizados en esta actividad especial.

Revise que el equipo que vaya a utilizar para las observaciones esté completo, y ensámblelo antes de que se ponga el Sol. De esta manera, podrá comenzar tan pronto se dé la orden. No olvide verificar que esté nivelado y colimado, que sus elementos ópticos estén limpios (tanto la ótica principal como las miras de búsqueda, o “finders”) y que el telescopio, si tiene montura ecuatorial, esté alineado con el polo norte celeste. Esta última tarea se acostumbra a hacer con la ayuda de Polaris, pero si espera a que dicha estrella se haga visible, podría perder los primeros objetos de la noche. Utilice una brújula para identificar el polo norte magnético, de modo que acelere la alineación lo antes posible. (NOTA: recuerde que el polo magnético no coincide con el polo geográfico, pero puede ser de utilidad para acelerar la localización del último).

La lista consta de 110 objetos (originalmente, eran 103; los demás fueron incorporados posteriormente, pues aunque Charles Messier no los incluyó en su lista original, se entiende que fueron observados por él). La mayoría de ellos son objetos relativamente brillantes. No obstante, existen algunos que ofrecerán cierto grado de dificultad. No se distraiga demasiado con esos; si ese es el caso, pudiese perder la oportunidad de ver otros en el transcurso. De todas formas, haga un rápido esfuerzo para encontrarlos. Por ejemplo, al anochecer, los más difíciles serán M31, M32, M110, M33, M77 y M74, todas ellas, galaxias en la región de Andrómeda, Cetus y Pisces. Además de estar cerca del horizonte, el tiempo que tendrá para observarlas será breve. Si pierde uno de esos, avance a los siguientes.

De los objetos mencionados, uno de los más difíciles de localizar será M74, una tenue galaxia en la constelación de Pisces. Para localizarla, encuentre la estrella de segunda magnitud Hamal —Alfa <a> Arietis—, que debe visualizar debajo de Andrómeda y Triangulum. Desde ahí, muévase a Sharatan —Beta <b> Arietis, magnitud 2.64— y Mesarthim —Gamma <g> Arietis, de cuarta magnitud— y siga en esa misma dirección hasta Eta <h> Piscium (magnitud 3.63). M74 se encuentra a 0.5° al norte y 1.3° al este de esa estrella, cerca de 103 y 105 Piscium (estas últimas designaciones son las de Bayer).

M74 tiene una magnitud de 9.4 y poca brillantez superficial (“low surface brightness”), lo que la convierte en uno de los desafíos del catálogo de Messier.

M77, por su parte, es fácil de localizar: se encuentra a 0.7° al sureste de Delta <d> Ceti, una estrella de cuarta magnitud que no debe resultar un obstáculo desde cielos relativamente oscuros. Para más referencias, parta desde Aldebarán, pase por el cúmulo de las Hyades y llegue hasta Menkar —Alfa <a> Ceti, magnitud 2.5. La magnitud de esta galaxia es 8.9, pero su centro es súmamente brillante. M77 es una galaxia de tipo Seyfert (estudiadas primeramente por C.K. Seyfert en la década de 1940).

Las restantes galaxias serán más fáciles de encontrar, pues muchos de ustedes ya las conocen.

Una vez identifique estos objetos, relájese: estará en una cómoda posición para observar los demás. No olvide que habrá otros que resultarán un verdadero reto, especialmente si es la primera vez que los verá.

Dependiendo de cómo resulte la noche, M52, M103, M31, M32, M110 y M76 podrían ofrecerle una segunda oportunidad de observación en la madrugada, si fue que los perdió al anochecer. De todas maneras, es conveniente que los encuentre en la noche y dedique el tiempo del amanecer a otros objetos.

Llegará el momento en que, de haber seguido a buen ritmo, no habrá objetos para observar hasta que comiencen a surgir los del amanecer. Sin embargo, generalmente se recomienda que dedique ese tiempo a estudiar el difícil cúmulo de galaxias de Virgo —y a M83, M68 y M102 (NGC 5866)—, a tomar un breve reposo o a observar otros objetos. Si se decide por el reposo (que puede ser una buena alternativa) asegúrese de que despertará a tiempo para cazar los objetos restantes. Si es un observador experimentado, ese momento puede llegar a eso de la medianoche o cerca de la 1:00 a.m. (5:00 UT). De ser así, podría contar con dos o tres horas de descanso.

De los últimos objetos que quedarán para el amanecer, el último en salir por el horizonte sureste será M30, un cúmulo globular de magnitud 7.6 en la constelación de Capricornio. Este se eleva sobre el horizonte alrededor de las 5:00 a.m.