Bitácora de observación del cometa McNaught

Los siguientes comentarios fueron publicados por mí en el foro de discusión de mi sitio web sobre observaciones astronómicas, durante los días 5 al 15 de enero de 2007. Un artículo fue posteriormente publicado en El Observador, vol. 22, núm. 2 (febrero 2007), pp. 16-19. Los comentarios fueron ligeramente editados para ajustarlos a dicha publicación.

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5 de enero de 2007

Hay un cometa en los cielos del amanecer, de nombre McNaught (C/2006 P1). Dicen que se ve bastante bien con binoculares, pero ya está muy cerca del Sol y pronto se perderá de vista. Cuando vuelva a salir de detrás del Sol (si sale, pues comentan que podría quebrarse por la fuerza de gravedad del astro), podría verse tan brillante como una estrella de primera magnitud. Recomiendan que se use binoculares para buscarlo, mirando al este-sureste. En este fin de semana, debe brillar entre quinta y cuarta magnitud, según han estimado, pero estará a poca altura. Aunque ya es la 1:00 a.m., hora local, trataré de levantarme a las 5:30 (por lo menos) para tratar de verlo.

7 de enero de 2007, en la mañana 

Anoche, antes de acostarme, verifiqué SpaceWeather.com para ver si había más información sobre este cometa. Como no vi nada distinto, hoy me levanté temprano, a las 5:45 a.m., para ver si veía al susodicho… pero no tuve éxito. A esa hora, volví a entrar a SpaceWeather y vi que, evidentemente, los… habían cambiado la información tarde en la noche: ahora, el cometa se ve después de la puesta del Sol, cerca de Venus. Y yo que sólo logré dormir unas 3.5 horas… y el individuo se ve por la tarde.

Espero tener cielos claros al atardecer para tratar, una vez más, de ver el cometa. Va a ser difícil porque está muy bajo, pero más vale intentarlo. El problema es que tengo una casa de frente a donde se ve; voy a tener que darme un viajecito a la montaña (digo, un poco más arriba de donde vivo).

7 de enero de 2007, al anochecer 

Llovió como hasta las 6:00 p.m. El cielo se despejó enseguida… excepto el área oeste, que se mantuvo nublada todo el tiempo. El problema es que, con cada día que pasa, el cometa sigue perdiendo altura. Ya no sé si se verá en los próximos días. Veremos qué nos depara el día de mañana (cuando llegue mi Losmandy). Las probabilidades son de que siga nublado.

8 de enero de 2007

Estamos fritos: el cometa se ve tanto de madrugada como al caer la noche. Ya lo confirmé con la computadora. El problema es que está verdaderamente bajito, sin exagerar. […] Es necesario un horizonte totalmente despejado, tanto de nubes como de edificios, montañas y árboles.

Por lo menos, tenemos una idea más clara de cómo se debe ver desde acá. Recuerden que, por la tarde, el punto de referencia es Venus; por la mañana, la referencia es el Escorpión, Júpiter y Marte. Si trazan una línea que vaya de Júpiter a Marte y lo siguen hacia el horizonte, sabrán por dónde saldrá el Sol. Después, busquen un poco más al este, pero sin pasarse del punto este verdadero. El cometa debe estar entre este punto por donde sale el Sol en estos días y el este.

12 de enero de 2007

¡Gente, vi el cometa! ¡No lo puedo creer! 

Hoy, el horizonte oeste estaba relativamente despejado, comparado con todos los días anteriores, cuando las nubes se parqueaban allí desde las 3:00 de la tarde y no se movían ni pa’l cará. Hoy había nubes, pero eran pequeñas y pasaban rápido. Poco antes de las 6:00 p.m., me puse a buscar el área con binoculares, pero no conseguí ver algo. Saqué la cámara para aplicar lo que otros han hecho: tomar fotos del área y después jugar con PhotoShop para ver si han detectado algo. Tomé un par de fotos para procesarlas más tarde.

Como a eso de las 6:05 p.m., vi a Venus con los binoculares, y se veía muy bien. Así que usé al planeta y los rayos del Sol que quedaban para tratar de triangular y localizar el cometa, pero nada… Hasta que, por suertes de la vida, una de las nubes (que ya estaban anaranjadas) se movió un poco y detrás de ella apareció un punto luminoso poco usual. Cuando terminó de pasar —en cuestión de segundos— ¡ahí estaba el cometa! 

Créanme que corrí como un demente (lo que no es difícil de hacer) para sacar el telescopio refractor y la cámara (no lo hice antes porque, en realidad, por todos los intentos fallidos anteriores, jamás pensé que vería el cometa). A través del refractor a 39x, se veía un núcleo bien grande y extremadamente brillante, rodeado por una coma brillantísima, semitransparente (esa era la impresión que daba) y una cola bastante definida que se extendía como a 1.5° poco más o menos, yendo de los más brillante (en la cabeza) hasta confundirse rápidamente con los alrededores. Con los binoculares, se veía más larga (imagino que por efecto del campo de visión más extenso). El color del cometa era dorado o amarillo intenso con alguna tonalidad de anaranjado, evidentemente reflejando los colores del crepúsculo (es decir, serían los colores del cielo, no los del cometa). 

Por los binoculares, la cola se veía bastante recta, aunque tenía una pequeña curvatura hacia la derecha (si se trazaba una línea perpendicular con el horizonte). Calculo que también estaba inclinada algunos 15° en esa misma dirección. 

Mi padre y mi hermana también lo pudieron ver. Cuando le echaron una miradita, rápido puse la cámara en el telescopio, pero hasta ahí llegó el show porque se metió otra de esas nubecillas en el medio y le siguió otra, y otra, y ya no pude ver nada más.

Los detalles parecen muchos, pero todo el evento duró apenas unos 5 o 7 minutos. Cuando logré divisar el cometa, ya estaría a una altura máxima de unos 4° del horizonte aproximadamente. Pero fueron los 5 minutos más emocionantes de mi vida de astrónomo aficionado de los últimos años. 

Lo bueno es lo siguiente: sospecho que, aún cuándo estará más cerca del Sol de lo que estuvo hoy, y cómo es tan brillante, puede que todavía sea posible verlo mañana, más o menos con la misma dificultad que hoy. Eso sí: que será imprescindible un horizonte completamente despejado hacia el lugar de la puesta del Sol porque el cometa deberá verse (si se ve) justo sobre el Sol. 

Creo –mejor dicho, no dudo– que hasta sería factible verlo de día con extremo cuidado de no apuntar los binoculares (o el telescopio) hacia el Sol. Así que, mi tarea principal de mañana será tratar de ver el cometa de día. Ya les avisaré si lo logro. Inténtenlo ustedes también, pero repito: con sumo cuidado. El domingo 14  también será un buen día porque, si logran ver a Mercurio (algo difícil de por sí), obligatoriamente deberán ver el cometa aproximadamente a 1° del planeta.

13 de enero de 2007 

Otra observación del cometa, pero ¡esta vez de día! 

La mañana de hoy estuvo muy variable, con lluvias pasajeras y el cielo ligeramente nublado, pero, después de mediodía, se fueron abriendo algunos claros.

Pasadas las 2:00 p.m., vi que estaba haciendo sol, así que salí de la casa y vi que el área alrededor del Sol estaba totalmente despejada. Saqué mis binoculares y me puse a sondear el área, tapando el Sol con una estructura de cemento que tenía cerca, hasta que di con Venus. Usando  a Venus de guía, me fui acercando al Sol con mucha precaución, hasta que tropecé con un punto curioso: ¡el cometa! ¡Un cometa de día! 

En algunas referencias del siglo 19, había leído de un cometa que, para la década de 1880, se había visto de día. No sé por qué, pero, en aquella ocasión, había pensado que se trataba de alguna exageración por parte de los que reportaron la noticia. Pero aquí estaba yo —el clásico Santo Tomás: ver para creer, como dice un viejo refrán— justamente viendo un cometa de día.

Esta vez se veía blanco, no como ayer, que se veía dorado (evidentemente por efecto de la refracción). Casi no se notaba la cola. Lo más evidente era el núcleo y la coma, que ahora se veía como dividida en dos mitades iguales, a manera de abanico, partidas por el núcleo; se veía de lo más curioso, por cierto. Nunca había visto un objeto astronómico de este tipo de día. Solo he visto al Sol (obvio, ¿no?), la Luna y a Venus en unas cuantas ocasiones. Ahora puedo añadir a este cometa.

Así confirmo mis sospechas de ayer, de que McNaught sí se podría ver de día. Confirmo, también, que lo que dicen por ahí —que es el cometa más brillante desde 1965— es totalmente cierto. Para verse de día tan bien, la magnitud debe ser de más de -3, o probablemente tanto como Venus misma, cerca de -4 (creo que leí en SpaceWeather que, justamente, ronda la -4).

Esta vez no pude localizarlo con el telescopio porque llegaron unas nubes cargadas de agua, y empezó a llover. Y cuando pasaron, no me fue posible volver a localizar el cometa, ni con binoculares. Volveré a intentar mañana, incluso más temprano.

¡Qué pena que el cometa no se vea de noche desde aquí porque debería ser simplemente increíble!

15 de enero de 2007

¿Nadie más está viendo el cometa? 

Tengo que reportar, aunque con un día de atraso, que ayer volví a verlo, aunque esta vez fue por un pequeño periodo de muy corta duración.

El cielo estuvo mayormente despejado a partir del mediodía. Así que perdí esa segunda mitad del día tratando de ver el cometa dentro del resplandor del Sol. Fracaso total. No fue, sino hasta que una nube alta pasó y tapó el Sol por un breve tiempo que, literalmente, se abrió una ventana y apareció el cometa en toda su majestuosidad. ¡Se veía brutal! (como se dice en puertorriqueño): sumamente brillante y grande. Lamentablemente, tan pronto se movió la nube, se me perdió el cometa en el brillo del Sol, y no lo volví a ver.

Epílogo

Según fueron pasando los días, McNaught se convirtió en un verdadero espectáculo para los afortunados habitantes del hemisferio sur, como queda demostrado por las fotos que hemos incluido en este número de El Observador y la innumerable cantidad de ellas que fueron publicadas hasta entrado el mes de febrero en diversos sitios sobre astronomía en Internet. 

Quiero agradecer a Enzo de Bernardini, destacado astrónomo aficionado de Argentina, quien, además de permitirme reproducir sus fotografías del McNaught, también aceptó redactar unas breves palabras sobre sus impresiones de este cometa. Enzo, a quien conozco hace algún tiempo a través de las discusiones del Cyberastrónomo, es webmaster y editor del boletín electrónico SurAstronómico.com; además, mantiene su propio sitio de internet, AstronomiaSur.com, desde el 2000.

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